CAPITULO XX
Hno.
Alfonso Pérez Larios - Biografía |
|
ENFERMEDADES Y SANTA MUERTE
Desde que Alfonso entro a la Congregación tuvo, generalmente, buena salud, y cuando tenía alguna pequeña molestia la disimulaba y habitualmente nada decía sobre ella; sin embargo, sabemos de algunas de sus enfermedades a lo largo de su vida: el 1o de mayo de 1932, estando en Roma, le escribe al Padre Félix: "Hoy hace ocho días que, no se como, al irme a acostar me senté un poco torcido en la silla para desvestirme, y luego sentí un pequeño dolor, pero no me preocupo, pero siguió aumentando al grado de no poder levantarme, sino con mucho trabajo"; continua la carta diciendo a Nuestro Padre como ofrecía estos dolores con todo el corazón a la primera Persona para ser victima y así cumplir su santísima Voluntad. En las siguientes cartas le informa el Hno. Alfonso que ya esta mejor, que había sido algo sin consecuencia. Nos preguntamos: ¿No seria entonces el principio de Ia desviación de su columna vertebral? Alfonso
siguió trabajando como si nada. Vino a México, ayudo en
todas las residencias en donde estuvo y tenemos una segunda noticia
acerca de su salud en 1947 cuando estaba en el Escolasticado de Coyoacán
en Fernández Leal. En esta ocasión tuvieron que internarlo
en el Hospital "pues necesitaba una operación desde hacia
mucho, y por no dar molestia había dejado pasar tiempo".
Fue el Hermano Eduardo García quien proporciono estos datos,
pues tuvo que irlo a sustituir en la cocina. Sin duda fue muy significativa la actitud de conformidad que tuvo para con dos padecimientos que sufrió, particularmente en las fases de agudización: una artritis reumatoide y una gran hernia diafragmática; durante las épocas de mayor sufrimiento nunca escuche alguna queja ni protesta del Hermano. Sin duda fue una vida ejemplar... Durante algunas fases agudas de su enfermedad parecía acercarse mas a Dios en la oración. La
salud del Hermano fue minándose mas y mas. El P Luis Cervantes
lo atendía con paternal solicitud. Tuvo la gran delicadeza de
pedir al Santo Padre una bendición especial para el Hermano enfermo;
el telegrama dice así: "Augusto Pontífice, invocando
celestiales consuelos que conforten en su dolorosa prueba Hermano Alfonso
Pérez, otórgale en testimonio benevolencia implorada bendición
apostólica. Cardenal Cicognani. 12 Febrero 1965." Nos
acompañó para enseñarnos y explicarnos la Casa
de La Fama, donde fue el Noviciado en tiempo de Nuestro Padre. El novicio
que describe esta visita prosigue: Anote que hablaba con toda sencillez
y con seguridad de lo que decía. Nos edifico mucho porque estando
ya sin poder caminar, no quiso que lo lleváramos en coche. Dijo
que todavía podía caminar. A mi me daba Lástima,
porque estaba bastante jorobadito. Se iba deteniendo con un bordón,
y al pasar en unos escalones no quiso que le ayudáramos y bajo
bastante rápido. Apenas levantaba la cabeza para vernos. Note
que tenía el Espíritu de sacrificio, de oración
y de humildad.
|
|
regresar |
|