CAPITULO XXII
Hno.
Alfonso Pérez Larios - Biografía |
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Dijimos ya que el Hno. Alfonso durante su noviciado "aprendió
a ser santo", y lo aprendido «bien», no para salvar
una apariencia que debía sostener durante esos dos años,
dado el intenso ambiente de fervor que le rodeaba, sino aprendió
a ser santo a fondo, es decir, para toda su vida, hasta su muerte:
lo «bien» aprendido nunca se olvida.
El profundo, el verdadero «Guía Espiritual» de
cualquier cristiano es siempre y exclusivamente el Espíritu
Santo, porque es el único que puede hacernos vivir como (hijos
de Dios) . EI es Quien «da el querer y el poder», Quien
«perdona los pecados v, limpia de las manchas e imperfecciones,
nos muestra el ideal, nos impulsa a seguirlo, nos une con Dios en
la oración y en el Amor... en una palabra, es Quien nos hace
vivir la filiación divina. 1. Se precisa su camino:
Ser Hermano Coadjutor, Misionero del Espíritu Santo
En primer lugar el P Félix, y su dirigido, trataron de descubrir
y conocer con claridad cual era el designio, el plan que Dios se proponía
realizar en la persona de Alfonso, pues aunque todos debemos«transformarnos
en Cristo; cada uno tiene su modo peculiar para realizar la función especifica
que debe cumplir en el Cuerpo Místico» de la Iglesia. Así lo hizo el Hno. Alfonso: Se conserva la respuesta que dio al cuestionario que el Padre Félix pidió que contestara cada miembro del Instituto en 1934; el Hermano lo contesto narrando la historia de su vocación, hasta que llegó a comprender que el Señor lo quería como Misionero del Espíritu Santo: "Aquí lo quiero." El P. Ángel Ornate, nos explica ese Ilamamiento de Alfonso como Hermano Coadjutor. Al terminar su noviciado, la decisión era clara, definida y definitiva: seria Hermano Coadjutor de los Misioneros del Espíritu Santo: así lo expresa en su petición de los primeros votos: Tlalpan, 7 de noviembre de 1919. Yo, Alfonso de la Santísima Trinidad... deseando con toda mi alma ligarme al servicio de Dios Nuestro Señor por medio de los santos votos, respetuosamente suplico a V.R. se digne admitirme a la profesión religiosa, y le ofrezco a la vez guardar exactamente, con la ayuda de Dios Nuestro Señor, las Constituciones de la misma Congregación. 2. Se quitan los obstáculos del camino
Cuando nosotros emprendemos una obra, siempre nos fijamos metas;
este es nuestro modo humano de obrar; Dios no procede así todo
lo hace simultáneamente, con lógica divina que desconcierta
a nuestra razón. Si la vida espiritual fuera obra humana, habría
etapas precisas: la primera seria quitar los obstáculos para
realizar el plan de Dios, después practicar las virtudes cristianas
generales, en seguida programar las cosas necesarias para realizar
determinada vocación especifica, etc., etc.; pero como la vida
espiritual es obra divina, y el Espíritu Santo es el verdadero
Guía del alma y realiza las cosas a su manera Personal, al
Director Espiritual solo le toca secundar la acción de Dios,
que conoce mediante la oración y el dialogo (oral o escrito)
con el dirigido.
Después de aclarada su vocación era necesario quitar
los obstáculos que impedían su realización mediante
la lucha contra las faltas, las deficiencias de temperamento y de
carácter.
Yo soy el mismo: siempre proponiendo y nunca cumpliendo por falta
de esfuerzo, no soy generoso, me falta amor...163 "Solo me falta
un mes para cumplir un año (de profeso), si viera que me da
tristeza, pues ese día me propuse ser ya otro... ¡y no
haberlo cumplido!... le pedía a Jesús que si no había
de ser cumplido que mejor me muriera." "Me siento muy deficiente
en mi vida espiritual; que estos Ejercicios Espirituales que quiero
hacer sean un cambio interior, que mi único solo pensamiento
sea Dios. Yo espero alcanzarlo ayudado con sus oraciones."
¡
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